28 de marzo de 2011

Planta Nuclear de Laguna Verde en Veracruz: Energía Nuclear + corrupción política a la luz de la catástrofe de Fukushima

•Greenpeace: La Amenaza Nuclear en México
•El Grupo Antinuclear de Madres de Veracruz
ºUn resumen del informe WANO: La seguridad nuclear en Laguna Verde en cuestión
•Minera canadiense avanza en mina de oro a cielo abierto que será explotada en las inmediaciones de Laguna Verde
•Proyecto minero en Actopan, amenaza para nucleoeléctrica de Laguna Verde
CML. 20 de marzo de 2011.- Las personas de hace una generación recordarán claramente los debates sobre la planta nucleoléctrica de Laguna Verde en Veracruz, la gente de las nuevas generaciones no los vivieron. Sin embargo no es un asunto de ciencia ficción, en México opera la planta nuclear “Laguna Verde”, productora de energía eléctrica, en el municipio veracruzano de Alto Lucero, a unos 50 kilómetros de Xalapa, a unos 70 del puerto de Veracruz, y a 250 kilómetros de la ciudad de México, una distancia similar a la que hay entre Fukushima y Tokio, esta última en estos días manifiesta altos niveles de radiación.

Como toda historia de ciencia ficción a la mexicana, sumemos a la tecnología de punta la corrupción del sistema político mexicano y sin mucho esfuerzo auguraremos una catástrofe, baste recordar las tragedias masivas tras las explosiones de una gasera en San Juanico el 19 de noviembre de 1984, tras los sismos del 19 y 20 de septiembre de 1985 y las explosiones del 22 de abril de 1992 en Guadalajara, que no implicaban la energía nuclear, pero si corrupción y que terminaron en catástrofes, así como otros accidentes masivos que debido a la corrupción fueron incontrolables, como el derrame petrolero del pozo mexicano Ixtoc I, que manó petróleo desde el 3 de junio de 1979 hasta el 24 de marzo de 1980. También diversos accidentes con radiación nuclear pueden relatarse en la historia de México, como las varillas radioactivas de Samalayuca en 1983, que hoy forman parte de la estructura de muchos edificios, centros comerciales y casas mexicanas, y que una parte están en dos cementerios a la intemperie, uno en Samalayuca, al sur de Ciudad Juárez en Chihuahua, el otro en San Juan Teacalco, en el municipio mexiquense de Temascalapa; y las 45mil toneladas de leche radioactiva de Chernobil que compró y distribuyó Liconsa y que consumió la población mexicana en 1987 y años posteriores.

Aunque el primer reactor de la planta nuclear de Laguna Verde fue inaugurado comercialmente en 1990 y en 1995 el segundo, la planta se empezó a construir en los 70s, y ya desde ese entonces se compraron los equipos de la planta, por lo que el reactor y la tecnología de Laguna Verde tienen 40 años y son tan antiguos como los reactores de Fukushima. Unos y otros son de los reactores en funcionamiento más viejos del mundo en plantas nucleares, considerados obsoletos, por su alta peligrosidad. La compañía estadounidense que construyó el reactor BWR5 con contención MARC II, la General Electric, lo construyó en los 70s, con un modelo que ya había sido descontinuado en ese país por sus fallos y su peligrosidad. La planta de Laguna Verde se construyó sobre una falla geológica en una de las zonas más densamente pobladas del mundo, que en 250 kilómetros a la redonda concentra el 1% de la población mundial. Se ha anunciado la ampliación de potencia de Laguna Verde y como en otras partes del sector eléctrico se ha concedido inconstitucionalmente estos contratos a empresas extranjeras. Sumado a ello estos días la minera Gold Group explora la zona para establecer una mina de oro en las inmediaciones de la planta nuclear, que pretende explotar a sólo 3 kilómetros de ésta. Otra minera ya opera en la zona, la Minera Galván, subsidiaria de Alamaden Minerals. El gobierno mexicano ha concedido 18 concesiones mineras en la zona.

Son innumerables los accidentes, problemas y daños reportados en Laguna Verde, algunos ejemplos: El 25 de noviembre de 1989 y el 27 de abril de 1990 por una fisura de la tubería de circulación principal se escapó vapor radioactivo con Celsio 137 y Estroncio 90. En diciembre de 1989 fueron vertidos en un lago cercano 130 mil litros de agua radioactiva. En 1998-1999 el informa WANO reportó cientos de fallas en casi todas las partes del sistema de la nucleoeléctrica. En marzo de 2005 la CFE reporta 3800 problemas pendientes de resolver en la nucleoeléctrica, para los que se plantean 5200 acciones correctivas. El 18 de noviembre de 2005 se reportó un incendio en un edificio que distribuía agua para el enfriamiento del reactor II. El 9 marzo de 2006 uno de los reactores tuvo que ser apagado por el daño de un cable eléctrico que impedía la refrigeración del reactor II, desde la planta se hizo una llamada de alerta a los hospitales del puerto de Veracruz, el reactor estuvo a la deriva desde el 8 de marzo y no lograban apagarlo. En 2006 un nuevo reporte de WANO señalaba que era crítica la seguridad de la planta. El 13 de abril de 2010 la Gerencia de Centrales Nucleoeléctricas de la CFE difundió un documento del 18 de marzo de 2010 donde reporta fisuras por corrosión en los reactores de Laguna Verde: “agrietamientos por corrosión bajo esfuerzo de los internos de los reactores y en el circuito de recirculación”. El 6 de agosto de 2010 tuvo que ser apagado el reactor uno por una falla en una válvula de alimentación de vapor. El 16 de septiembre de 2010 la planta detuvo sus dos reactores ante el arribo del huracan Karl.

Otros problemas que se reportan son la inviabilidad de las rutas de evacuación, que entorpecerían la debida y oportuna evacuación de los pobladores de la zona en caso de un accidente mayor.

Desde 1987, tres años antes de que la planta nuclear empezara su funcionamiento comercial en la zona, un grupo de mujeres se organizaron en el Grupo Antinuclear de Madres Veracruzanas A.C., mejor conocido como “Madres Veracruzanas” y desde entonces han pedido el cierre de la planta, denunciando la contaminación por radiación nuclear en la zona, la incidencia de enfermedades provocadas por la presencia de la planta y los sucesivos fallos en la planta nuclear. El 16 de marzo en una nota de la prensa comercial denunciaban que “el informe Wano (World Association of Nuclear Operators – Asociación Mundial de Operadores Nucleares) ha reportado 250 fallas y más de 50 paros de emergencia”. Las Madres de Veracruz se manifiestan todos los sábados desde hace 24 años en la plaza Lerdo de 11 a 12 de la mañana.

El grupo Madres Veracruzanas ha insistido en que las verificaciones a Laguna Verde son “visitas turísticas” y que las verificaciones las deben hacer científicos, no políticos. A pesar de estos preocupantes señalamientos la Comisión Federal de Electricidad ha anunciado la ampliación de potencia en los meses próximos de los dos reactores de Laguna Verde, cediendo los trabajos a una contratista extranjera. La ampliación de potencia sumada a la corrupción y los sucesivos fallos no preven un buen descenlace.

Estos días como respuesta al accidente de Fukushima diversos funcionarios mexicanos mostraron su soberbia y corrupción al señalar que es hora de instalar nuevas plantas nucleares en otras partes del país promocionando la existencia del proyecto de la Secretaría de Energía para instalar 10 plantas que estarían listas para el 2028. Así el senador Felipe Cantú, licenciado en derecho señaló “Es tiempo de considerar la instalación de nuevos reactores para dar respuesta a las demandas del país”, urgiendo: “Lo que nosotros creemos es que se deben empezar los estudios de una vez y tener para finales del próximo año la determinación del lugar; se han planteado ya dos lugares específicos: uno en Puerto Libertad, en Sonora y el otro en Ensenada, Baja California”, rematando: “el Mar de Cortés sería un gran rompeolas, para evitar que un tsunami pudiera poner en riesgo las instalaciones y a la población de esa zona.”, obviando de paso que esa es una de las zonas más altamente sísmicas del planeta. Javier Duarte, gobernador de Veracruz, licenciado en derecho aseguró “y todo nos dá como conclusión que no existe nada de qué preocuparnos”.

En el desierto de la ignominia tres universitarios se han sumado a las voces de las Madres Veracruzanas, de los pobladores de la región y de los grupos ambientalistas, por una parte el rector de la UNAM José Narro ha señalado que las certificaciones deben realizarlas expertos, cuestionando las “certificaciones” de seguridad realizadas por políticos en el pasado, como la realizada en días recientes por el Secretario de Energía José Antonio Meade, doctor en Economía por la Universidad de Yale, quien dijo en un comunicado tras visitar la planta “opera con toda normalidad, de acuerdo con los parámetros de operación establecidos por la normatividad nacional e internacional en la materia”. Por otra parte el doctor Manuel Martínez, Licenciado en Física por la UNAM y doctor en Ciencias por la Universidad de Oxford, investigador del Centro de Investigación de Energía de la UNAM señaló “Es necesario cerrarla de forma temporal, el reactor que utiliza es del mismo tipo del que se usa en Japón. En 1990 se puso en operación Laguna Verde, pero el reactor se compró desde mediados de los años 70. Desde un análisis de riesgos, es inaceptable tolerar para México tener operando en este momento un reactor como el de esta planta.” Asimismo señaló “la po­si­ción de nos­otros es que se de­be­ría ce­rrar La­gu­na Ver­de”, y que pasaría nada de cerrarse dado que apenas produce el 3% de la energía producida en el país. Bernado Salas Mar un físico matemático de la UNAM que trabajó en Laguna Verde entre 1980 y 1995 propuso que el Congreso de la Unión exija a la CFE todos los informes del WANO donde se reporta la realidad sobre la situación de la planta nuclear. Asimismo sugirió que la UNAM podría participar en estudios independientes de radiación fuera la planta nuclear y que el Congreso de la Unión debiera hacer recorridos en las rutas de evacuación de la zona, para conocer su situación. En el pasado debido a presiones gubernamentales la UNAM canceló en los hechos el proyecto del Laboratorio de Análisis Radiológicos de Muestras Ambientales encabezado por Bernardo Salas Mar, que era el único observatorio independiente de las radiaciones externas emitidas por la planta de Laguna Verde.

Ya en 2005 un informe entregado a la prensa y publicado por La Jornada el 13 de marzo de 2005 señalaba que habían iniciado los trabajos de cierre y desmantelamiento de Laguna Verde, sin embargo en algún momento funcionarios gubernamentales dieron un paso atrás:”De acuerdo con un amplio documento entregado a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y a la Bolsa Mexicana de Valores, con el fin de proporcionar información a futuros inversionistas, se revela que la planta nuclear “debe de ser desmantelada por razones de seguridad y de protección al medio ambiente”". Según denuncias de investigadores y ex-trabajadores de Laguna Verde, la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardas y su director, quien es uno de los promotores de la construcción de Laguna Verde, tienen mucho que ver en los procesos históricos de inseguridad nuclear hoy existentes en México.

La empresa “Large and Associates” ha señalado: “Los accidentes registrados en plantas nucleares como La Isla de Tres Millas, Windscale y Chernobyl, tienen su origen en el mismo tipo de problemas registrados en Laguna Verde.” A su vez el Ingeniero David Lochbaum de la “Unión of Concerned Scientists” al revisar uno de los informes WANO de 1998-1999 sentenció: “Con el estado en que se encuentra la planta de Laguna Verde, la sociedad y el ambiente no están protegidas por el diseño, sino por la suerte.”

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