23 de octubre de 2014

FRUTSICOPS Y PINGÜINEITORS

IMAGEN TOMADA DE GOOGLE

TEXTO IRREVERENTE


Por Andrés Timoteo
¡Más agiles que una tortuga, más fuertes que un ratón, más nobles que una lechuga, su escudo es un corazón!. Y no son el Chapulín Colorado sino los integrantes de la llamada Fuerza Civil (FC). Esos policías saben hacer de todo, según lo dijo el gobernante en turno en su presentación: están capacitados en inteligencia policial -¿qué será eso?-, gestión social – ¿cortan cabello, ponen inyecciones y extirpan verrugas?- en atención a las causas de la delincuencia organizada (sic, o sea ¿analizan porque los malos se volvieron malos?) y en la prevención del delito.
 
Ellos forman  la segunda corporación de seguridad mejor equipada del país, manejan desde un triciclo hasta un avión pasando por los drones y los cohetes espaciales. Vaya, son un hibrido de McGiver, Chanoc, Rambo y Terminator. Con un cortaúñas con capaces de construir un arma poderosa para vencer a los malvados y con una resortera vencen a cualquier  banda malandra. El gobernante en turno, Javier Duarte  lo  dijo ayer muy claramente: son el “complemento perfecto”.
 
Todos  son un estuche de monerías, nada más lean lo que se explicó de ellos: están entrenados en técnicas básicas, entre ellas el bastón TR24 –que no es otra cosa que la popular macana para apalear a los detenidos-, radiocomunicación, armamento, tiro policial, condición física, defensa personal,  natación, buceo, paracaidismo –¿los entrenaron los 400 Pueblos y Antorcha Campesina?-, rappel, primeros auxilios, coaching, liderazgo, cadena de custodia, proximidad ciudadana -¡eso si da miedo!-, negociación de conflictos, y comunicación efectiva.
 
Por si fuera poco se aprendieron de memoria los protocolos de la ONU, la ACNUR, la UNODC y la United Nation Office on Drugs and Crime –lo último es en inglés porque también son bilingües para que no queden mal si se topan con un delincuente gringo- y además fueron a tomar cursos a Estados Unidos, Francia, España, Guatemala, Belice, El Salvador, Republica Checa, Israel, Italia y Canadá. Pero lo más importante es que son dos mil policías de élite es que están entrenados para garantizar el resguardo de los pastelillos y las bebidas azucaradas.
 
No hay que olvidar que en Veracruz ya solo se roban los  “frutsis” y “pingüinos”, según el despachante de palacio de gobierno y con la FC pondrá un alto a esos maleantes que ambiciona esos deliciosos aperitivos.  Qué tiemblen los facinerosos porque estos policías son verdaderos Pingüinetors y Fruticops. Por eso las siglas de  FC  -de Frutsis y Chocorroles- eso de “Fuerza Civil” solo es para despistar al enemigo.
 
También tendrán jefes de élite, además del defeño Arturo Bermúdez egresado de una escuela denominada West Point –así se llama la escuela, no es un producto Marinela-, los responsables de FC serán el agente Mike Goodness y el Cabo Chocorrol, aquellos personajes fabulosos del caricaturista Rafael Barajas, y que son buenísimos para resolver casos difíciles en materia de seguridad pública. Así, desde ayer los veracruzanos ya se pueden decir salvados y gritar con toda seguridad:  ¡Ni un frutsi más para los malosos!, ¡Ni un pingüino más secuestrado!, ¡Ningún chocorrol desaparecido!.
 
EL SELLO SEXENAL
 
Pero dejando el mundo de caramelo de Duarte de Ochoa, la realidad golpea terriblemente. Un reporte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señala que más de dos mil niños y adolescentes han sido asesinados por las fuerzas del orden, es decir, policías y militares. Es una cifra estimada pues en estos casos hay un subregistro como en las “desapariciones”, algunos afirman que la estadística real podría triplicarse.
 
La comisionada para los Derechos de los Niños y Adolescentes del organismo, Rosa María Ortiz afirma que esos pequeños eran de comunidades rurales o de colonias periféricas. Es decir, los que viven en la pobreza. Aquellos a los que la autoridad ni busca ni son objeto de  interés para allegarles justicia. No hay esquemas que garanticen lo anterior y por ende,  son víctimas en estado de indefensión jurídica y judicial.
 
Ya se ha dicho muchas veces, los más jóvenes son presas de la delincuencia no solo por atraerlos a través de la obtención de dinero fácil o el consumo de estupefacientes sino también para utilizarlos para actividades ilícitas –narcomenudeo, sicariato y explotación sexual- de manera forzada. Las desapariciones de jovencitos se han convertido en lo cotidiano de unos años a la fecha. En Veracruz concretamente desde finales del sexenio pasado y todo lo que va del presente se han acumulado cientos de casos.
 
El surgimiento de varios  colectivos integrados por sus familiares, especialmente padres y madres, para buscarlos, es  otro indicador: ¿por qué los papás tienen que salir a las calles a clamar para que  sus hijos sean localizados?. Porque la autoridad no solo es pasiva sino indiferente. No los busca, al contrario banaliza los casos o criminaliza a las víctimas. No hay que olvidar declaraciones insultantes de los funcionarios prósperos sobre el tema.
 
El mismo procurador de Justicia, Luis Ángel Bravo Contreras ha dicho que las chicas se van con el novio y los muchachos seguramente están en algún centro de atención por alcoholismo. También la del exsubprocurador de Jalapa y actual magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado  (TSJE), Marco Antonio Lezama Moo, quien aseguró que las  jóvenes desaparecidas “se van con el amante o el amiguito” y por eso no valía la pena integrar un expediente para localizarlas.
 
Es muestra de la indolencia y la indiferencia oficial frente a una situación dramática. El último reporte de las organizaciones no gubernamentales hablaba de 400 personas desaparecidas en Veracruz y de ellas, al menos 300 eran jóvenes de entre 13 y 25 años de edad. Una cifra escalofriante.  Las frívolas declaraciones de los funcionarios encargados de procurar justicia sobre la tragedia de estos jóvenes son equiparables, por supuesto, a esa irresponsable disertación de Duarte de Ochoa de que en Veracruz solo se roban los “frutsis” y los “pingüinos”. La banalización de la tragedia el sello sexenal.

FUENTE: NOTIVER

No hay comentarios:

Publicar un comentario