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El termino Inquisición, hace referencia a
varias instituciones dedicada a la supresión o eliminación de la herejía en el
seno de la Iglesia Católica. La Inquisición medieval, de la cual derivan todas
las demás Inquisiciones, fue fundada en el año 1184 en Languedoc, para combatir
la herejía de los cataros o albigenses. En 1249 la Inquisición también se
implanto en el reino de Aragón y en la Edad Moderna, con la unión de Aragón con
Castilla, se extendió hasta Castilla con el nombre de Inquisición Española,
bajo el control directo de la monarquía hispánica, cuyo ámbito de acción se
extendió después a América.
En los inicios de la Iglesia la
pena habitual por herejía era la excomunión. Cuando los emperadores romanos
adquieren al cristianismo como la religión estatal en el siglo IV, los herejes
se comienzan a considerar como enemigos del Estado. En ese momento, San Agustín
aprobó la acción del estado en contra de los herejes, aunque en ese momento, la
Iglesia desaprobaba los castigos físicos.
En
el siglo XII, en respuesta al resurgimiento de la herejía organizada, en el sur
de Francia, se genera un cambio de opinión en contra de la doctrina albigense,
la cual no coincidía con los puntos de vista de la Iglesia en relación al
matrimonio y otras instituciones de la sociedad. Como reacción ante esto, el
Papa Inocencio III organiza una cruzada en contra de los albigenses promulgando
una legislación punitiva contra ellos. Sin embargo, los esfuerzos destinados
para detener la herejía no fueron bien coordinados y fueron ineficaces.
Aunque el procedimiento inquisitorial como medio para combatir
la herejía es una practica antigua de la Iglesia Católica, la inquisición
medieval fue establecida en el año de 1184 mediante la bula “Ad abolendam”
establecida por el Papa Lucio III, como un instrumento para terminar con la
herejía catara. Fue la base de la cual naciera el Tribunal de la Santa
Inquisición y del Santo Oficio. El castigo físico a los herejes les fue
asignado a los laicos. Por medio de esta bula, se les exigía a los obispos que
intervinieran activamente a eliminar la herejía y se les otorgaba el poder de
juzgar y condenar a los herejes de su diócesis.
En
las primeras etapas de la Inquisición (hasta 1230), se le denominaba
“Inquisición episcopal”, porque no dependía de una autoridad central, sino que
era administrada por los obispos locales. En el año 1231, ante el fracaso de la
Inquisición episcopal, Gregorio IX, mediante la bula Excommunicamus, creo la
“Inquisición pontifica” dirigida directamente por el Papa y controlada por los
dominicos. En el año 1252, el Papa Inocencio IV en la bula Ad extirpanda,
autoriza el uso de torturas para poder obtener la confesión de los reos.
Fuente:
Wikipedia
la enxiclopedia libre
Julio
Caro Baroja: El señor
inquisidor y otras vidas por oficio, Madrid: Editorial Alianza,
2006.
Marcelino
Menéndez Pelayo: Historia
de los heterodoxos españoles, Madrid: CSIC, 2001.
Emil
van der Vekene: Bibliotheca
bibliographica historiae sanctae inquisitionis. Bibliographisches Verzeichnis des
gedruckten Schrifttums zur Geschichte und Literatur der Inquisition. Vol. 1 –
3. Vaduz: Topos-Verlag, 1982-1992.
Emile
van der Vekene: La
Inquisición en grabados originales. Exposición realizada con fondos de la
colección Emile van der Vekene de la Universidad San Pablo-CEU, Aranjuez, 4-26
de Mayo de 2005, Madrid: Universidad Rey Juan Carlos, 2005.
Pérez
Villanueva, Joaquín y Escandell Bonet, Bartolomé (dirs.): Historia de la Inquisición en España y
América, Centro de Estudios Inquisitoriales, 1984-2000, 3 vols.
LA SANTA INQUISICIÓN
CATÓLICA 1
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