8 de marzo de 2018

VIAJE A LA BARBARIE MEXICANA


Cuerpos hallados en Coyuca de Benítez, Guerrero, el 13 de septiembre pasado. Foto: AP / Bernandino Hernández
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BRUSELAS (apro).- Angustia y miedo provoca la lectura de los consejos y recomendaciones para los turistas europeos que piensan viajar a México y que son emitidos por los ministerios de relaciones exteriores de sus respectivos países.
Francia, Alemania, Bélgica y España, entre otros, advierten a sus ciudadanos del peligro que pueden correr sus vidas en México, incluso en los destinos turísticos más populares.
Las consignas en torno a la delincuencia común son ya de por sí inquietantes: no viajar de noche, abstenerse de portar objetos ostentosos, no tomar el metro ni taxis “libres”, no oponer resistencia a las agresiones o utilizar con cuidado la tarjeta bancaria…
Las noticias sobre la inseguridad por el crimen organizado y la guerra contra el narcotráfico vuelven más estresante el viaje para cualquier ciudadano europeo.
Es comprensible que, tras la explosión el pasado 21 de febrero de un ferry que conecta Playa del Carmen con Cozumel -y que dejó 26 heridos, incluidos turistas estadunidenses-, los gobiernos de Estados Unidos y Canadá hayan recomendado a sus ciudadanos que eviten tomar embarcaciones de esa ruta.
¿Cómo calificar de exageraciones tales consejos cuando hace apenas unos días se dio a conocer un informe que colocó a 12 ciudades mexicanas entre las 50 más peligrosas del mundo? Los Cabos, un enclave turístico, ocupó el desafortunado primer lugar; las otras ciudades enlistadas son Acapulco, Tijuana, La Paz, Victoria, Culiacán, Ciudad Juárez, Chihuahua, Obregón, Tepic, Reynosa y Mazatlán.
La alerta de Suiza
Una de las más recientes actualizaciones sobre el clima de inseguridad en México es la del gobierno de Suiza, que publicó el 2 de marzo último.
La diplomacia suiza no se anda por las ramas y abre su análisis de la “situación general” con una advertencia: “En México, los viajeros deben mostrarse muy vigilantes en cuanto a su seguridad personal. La tasa de criminalidad es muy elevada en todo el país”.
Suiza notifica a sus turistas que no sólo en las grandes ciudades mexicanas, sino también en los centros turísticos “el crimen y la violencia sexual contra las mujeres han aumentado”. Precisa que “es particularmente alta en la Ciudad de México y en las ciudades fronterizas con Estados Unidos”.
A principios de febrero de 2013, ejemplifica el país helvético, seis turistas españolas y su guía mexicana fueron violadas en un hotel cerca de Acapulco y dos semanas más tarde en Playa del Carmen una italiana corrió la misma suerte delante de un centro nocturno.
Suiza explica a sus ciudadanos que “desde hace años el Estado combate el crimen organizado con el ejército y la policía”, pero precisa que, a partir de comienzos de 2016, “los enfrentamientos violentos entre bandas de traficantes de droga, así como los tiroteos entre las fuerzas del orden y dichas bandas han aumentado fuertemente”.
Alerta que esos choques “pueden a veces afectar a personas no implicadas” y que “es muy difícil distinguir la delincuencia clásica de la organizada”.
Previene igualmente a sus ciudadanos que “los secuestros con demanda de rescate o por motivación política están en aumento en todo el país” y que, si bien las víctimas son principalmente gente local, también hay secuestros de extranjeros.
“Aunque las zonas turísticas son menos afectadas, las grandes ciudades no están exentas. Además, numerosos secuestros exprés y virtuales, un fenómeno cada vez más frecuente, golpea indistintamente a residentes y turistas”, explica el texto, agregando sin miramientos que “los secuestradores no retroceden ante el asesinato”.
Hay más: los turistas suizos son prevenidos sobre las manifestaciones y acciones de protesta en la Ciudad de México, las cuales “están a veces acompañadas de violencia y tienen lugar a intervalos regulares”, aunque debido “a las tensiones sociales y políticas, las huelgas, las manifestaciones y los bloqueos carreteros tienen lugar de manera esporádica y violenta también en otras partes del país”.
En el apartado de “riesgos regionales específicos”, menciona que “la descripción de las zonas de riesgo reposa sobre datos aproximativos”, por lo que “los riesgos no pueden restringirse a zonas delimitadas”.
Se alerta que en enero y abril del año pasado varias personas murieron o fueron heridas por tiroteos en discotecas de Playa del Carmen y el centro de Cancún.
En los estados de Baja California Sur -y subraya que incluyendo Los Cabos- y Guerrero -destacando Acapulco-, así como en las ciudades de Guadalajara y Veracruz, nota que “las condiciones de seguridad se han degradado considerablemente”, por lo que Suiza aconseja “tener la más grande prudencia e informarse de la situación con una persona de confianza en el lugar”.
Además, indica que en la región sur Chiapas, Oaxaca y Guerrero, “particularmente en el campo y los caminos aislados, los viajantes son a veces el blanco de ataques a mano armada, provocando en ocasiones la muerte”. O tienen lugar bloqueos carreteros acompañados de violencia, “como por ejemplo en enero de 2016 en Oxchuc, en el estado de Chiapas, cuando vehículos fueron el blanco de ataques con piedras, y a veces incendiados. En esas regiones, la prudencia se impone”.
La Ciudad de México amerita también una alerta especial: “incluso la zona metropolitana de México -plantea el análisis de riesgos- es cada vez más el objetivo de los narcotraficantes y los criminales. Los secuestros, extorsiones organizadas y balaceras aumentan y afectan ahora también zonas relativamente seguras de la ciudad. Hay que observar prudencia y vigilancia en particular la noche y los fines de semana”.
A Ciudad Juárez y Tijuana de plano desaconseja ir, ya que “los enfrentamientos violentos entre bandas de narcotraficantes y otras bandas criminales son particularmente frecuentes y brutales”, además de que “la violencia sexual y la tasa de homicidios contra las mujeres son especialmente elevadas”.
La advertencia suiza menciona que los estados más afectados por la guerra contra las drogas son Baja California y Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Guerrero, Michoacán, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz.
Otra lista de estados “con riesgo de agresión elevado” se integra con los arriba mencionados más Aguascalientes, Durango, Jalisco, Nuevo León, Oaxaca y San Luis Potosí, aunque deja bien claro que “las agresiones pueden producirse en todo momento en otros estados”.
Si se suma la zona metropolitana que conforma la Ciudad de México y parte del Estado de México, así como Chiapas y Quintana Roo, que también son mencionados por los suizos por su violencia generalizada o focalizada, resulta que casi dos terceras partes de los estados nacionales representan un peligro particular (y en general todo el país) en las recomendaciones de viaje de aquella nación europea.
Crece turismo, pese a advertencia
Cabe señalar que España, que en sus consejos proporciona una radiografía del terror más agobiante, agrega como estado de alto riesgo a Sonora (que no debe visitarse a menos que sea imprescindible) y en los de mediano riesgo añade a Morelos y Zacatecas (que pueden visitarse extremando precauciones).
A pesar de ese escenario de barbarie, muy alejado del imaginario de paraíso tropical que despierta México en los europeos, el turismo suizo crece, según las más recientes cifras que proporcionó a este columnista la Organización Mundial de Turismo.
Entre 2012 y 2016 el turismo suizo aumentó 21%; los viajeros que entraron a México provenientes de aquel país pasaron de 31 mil 328 a 38 mil 197.
Lo curioso es que países europeos cuyos ministerios de Exteriores también han emitido recomendaciones similares a las de Suiza o España muestran igualmente tasas de crecimiento de turismo hacia México.
De 2015 a 2016 el turismo francés subió 5.3%, el británico 7.7%, el español 8.4%, el checo 9.3%, el austriaco y el finlandés 12%, el belga 15%, el alemán 15.5%, y el esloveno alcanzó hasta 17.7% de crecimiento de un año a otro. Del turismo europeo más importante en número, el de crecimiento más bajo fue el italiano: 2.3%; de 174 mil viajeros pasó a 178 mil.
En promedio, el turismo europeo aumentó 7.6% con dos millones de visitantes, que apenas representaron 5.9% del turismo internacional total del país.
En julio del año pasado, el presidente Enrique Peña Nieto celebró que México escaló del noveno al octavo lugar en la clasificación de llegada de turistas internacionales de la Organización Mundial de Turismo.
Viajaron a México 35 millones de extranjeros, aunque 78% proviene de Estados Unidos y en ese monto se contabiliza a los nacionales que regresan a ver a sus familias. Esta cifra de turistas significó una subida de 75% respecto a los 20 millones que recibió México en 2000.
No hay que engañarse. A reserva de un análisis más exhaustivo de los datos, sólo quedarse en festejar que el turismo no deja de crecer a pesar de todo es patear muy lejos otro cuestionamiento: ¿cuál es entonces el potencial turístico que está desperdiciando México a causa de la criminalidad sin control y la inseguridad?

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